Llama Eterna
Por iniciativa del Club de la Prensa de Medellín, en el año 2011 fue encendida en homenaje a la libertad de expresión e información, derecho fundamental de la mayor significación para la humanidad.
Largas jornadas, decenas de reuniones y trámites fueron necesarios para conseguir que en un lugar céntrico y muy concurrido de la Medellín moderna se pudiera instalar un símbolo de libertad como lo es la Llama Eterna.
Está ubicada en la Plaza de la Libertad en sector del Centro administrativo la Alpujarra.
Hoy, brilla de manera permanente en la Plaza de la Libertad, donde miles de personas han podido constatar que la ciudad además no olvida a quienes ayudaron durante décadas a escribir la historia: periodistas antioqueños fallecidos, cuyos nombres están grabados en placas de mármol, como no sucede en alguna otra ciudad del país.
Cada 9 de febrero, desde que fue inaugurada la Llama, los periodistas y sus invitados celebran en el día clásico, para conservar una tradición nacional y ratificar la defensa del derecho a la libertad de expresión, así como para decir que no han olvidado a los colegas.
La Llama Eterna es el punto de encuentro entre el presente, el pasado y el futuro. Es síntesis, de lo que se espera del periodismo y de los periodistas: el fuego interno, la pasión por lo que se hace, por conocer y relatar la realidad con la responsabilidad que lleva implícita la libertad; una libertad que no puede estar limitada por presiones de ninguna índole, que no puede ser manipulada por ningún interés; una libertad que surge desde la ética, desde el deseo de lograr la objetividad.
Simbolismo
Una llama eterna es una llama o una antorcha que arde continuamente por un período indefinido. El fuego eterno es una larga tradición en muchas culturas y religiones. En la tradición judía, la práctica comenzó cuando el profeta hebreo Moisés, supervisó la construcción de la menorá, un candelabro de siete brazos que ardería continuamente.
En la antigüedad las llamas eternas fueron alimentadas por madera o aceite de oliva y en la actualidad por una fuente controlada de gas propano o gas natural. Las llamas eternas son usadas frecuentemente como reconocimiento y recuerdo de personas o hechos de importancia nacional o a grupos de personas valientes y nobles conectadas a algún evento o también a un fin, como la paz mundial.
La llama eterna que conmemora a John F. Kennedy, tras su asesinato en 1963, fue la primera vez que una persona conocida a nivel individual se le dio tal gran honor. En adelante, las llamas eternas serían elegidas con más frecuencia en todo el mundo para honrar a la pérdida de personas de gran importancia, además de los principales acontecimientos trágicos y trascendentales.
Aunque vale la pena señalar que, en la tradición china de la veneración de los ancestros, siempre ha sido común mantener una llama eterna delante de una tabla espiritual en El Propio Altar Ancestral.
Esta llama fue iniciativa de nuestro gran mentor, maestro inolvidable, gestor del club de la prensa de Medellín, Humberto López López, para que en sus pies, en mármol, quedara para siempre escrito el nombre de aquellos periodistas antioqueños de nacimiento o que bajo nuestra región ejercieron este sagrado oficio que tanto nos apasiona y del cual tenemos respeto, responsabilidad social y compromiso con la defensa de la verdad.
Periodistas fallecidos que están inscritos en la Llama Eterna
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